Lawrence de Arabia, liderar un grupo al que no se pertenece

Lawrence de Arabia, como se conoce a Thomas Edward Lawrence fue un teniente coronel inglés que lideró las batallas en la rebelión árabe contra el entonces imperio otomano. Sobre su figura como líder destaca sobre todo el carisma y su refinada educación aprendida en las más altas escuelas británicas.

La tarea encomendada a Lawrence no sólo era ardua por la propia misión, sino porque el ejército de hombres al que debía liderar no eran ingleses, sino beduinos. No es difícil imaginar la reacción y la poca aceptación inicial de los beduinos hacia Lawrence, a quién además, los rasgos físicos no se asemejaban precisamente a los de esta tribu del desierto.

Un líder es un miembro del grupo cuya misión es guiar al resto, por lo que es complicado que alguien externo al mismo se convierta en líder. Lawrence consiguió no sólo dirigirlos en la batalla, sino también liderarlos. Cómo el mismo aseguró:

“The Bedouin are difficult to drive, but easy to lead”

Se puede dirigir un equipo o un grupo sin pertenecer a él, pero no se puede liderar si no se es parte de él, la diferencia entre gestión-dirección y liderazgo. Para liderar se debe conocer en profundidad el funcionamiento del grupo y ser aceptado como miembro. Tal como asegura Verba y sus investigaciones sobre grupos pequeños, y como comenté en otro post dedicado a las relaciones del líder con el grupo, la interacción y comunicación del líder con los seguidores es fundamental en la toma de decisiones del grupo.

Verba diferencia entre el liderazgo afectivo e instrumental. El liderazgo afectivo es la relación entre el líder y los seguidores, mientras que el liderazgo instrumental es el fin que logra el grupo a través de las decisiones del líder. Ambos se complementan, si decae el liderazgo afectivo repercute en el segundo reduciendo el incentivo de conseguir la meta.

En la película que lleva su nombre dirigida por David Lean, Lawrence se convierte en líder del grupo tras demostrar que puede comer su comida o atravesar el desierto como ellos, entre otros. Su integración y aceptación en el grupo, el liderazgo afectivo, se escenifica en este clásico del cine con su “bautismo” como Al Lawrence y el cambio de vestimenta del ejército inglés a los atuendos beduinos. La consecuencia de esta aceptación es el triunfo de la revolución, el liderazgo instrumental. Como bien dijo el propio Lawrence sobre los beduinos:

“They taught me that no man could be their leader except he ate rank’s food, wore their clothes, lived level with them, and yet appeared better in himself”

Las citas de este post pertenecen a ADAIR, J., Inspiring Leadership, Viva Books, New Delhi, 2008, pag., 268- 269

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